Propuestas de boric resumen

Protestas a favor y en contra de la nueva Constitución de Chile

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El presidente de Chile, Gabriel Boric, se dirigió a la ciudadanía a las 20:45 horas desde La Moneda, luego de que la opción del Rechazo ganara el referéndum constitucional del 4 de septiembre. Con una actitud autocrítica, reconoció que la propuesta no cumplía con los anhelos del pueblo chileno. También hizo un llamamiento a la unidad para trabajar en un nuevo texto.

El Presidente Gabriel Boric se ha pronunciado sobre los resultados del referéndum. Después de que el Servicio Electoral (Servel) confirmara que el Rechazo ganó el referéndum constitucional del 4 de septiembre, Boric habló en la televisión nacional sobre el resultado. Comenzó diciendo que “Chile confía en su democracia” y luego agradeció al Servel, al Ejército y Carabineros de Chile y a las personas que participaron en la elección por su trabajo durante una jornada que calificó de “histórica” por la participación de los votantes.

Chile toma posesión del Presidente más joven de su historia

La noche del domingo 19 de diciembre, ante cientos de miles de simpatizantes que desbordaban la principal arteria de Santiago, Gabriel Boric Font -el mismo joven que hace diez años lideró el movimiento estudiantil por la educación pública y gratuita- pronunció su discurso de victoria como Presidente electo de Chile. Pierina Ferretti es doctoranda en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Chile e investigadora de la Fundación Nodo XXI. Este artículo ha sido publicado en colaboración con Jacobin América Latina.Boric, el presidente más joven de Chile con tan sólo 35 años, ganó las elecciones con una cifra histórica de 4,6 millones de votos. Se convierte así en el primer candidato de izquierdas que gana unas elecciones presidenciales desde Salvador Allende en septiembre de 1970. Por último, pero no por ello menos importante, acabó con cualquier temor de que el candidato de extrema derecha José Antonio Kast pudiera llegar al Palacio de La Moneda.

Las celebraciones también se escucharon fuera de Chile. La elección de Boric fue saludada internacionalmente por izquierdistas y progresistas como un importante rompeolas frente a la creciente marea conservadora que parece estar barriendo el mundo. En un momento en que el desenlace de la crisis capitalista se está decidiendo por proyectos contrapuestos -por un lado, la recuperación democrática y la reconstrucción de los derechos sociales; por otro, los ataques ultraconservadores contra los movimientos sociales y las aspiraciones emancipadoras-, la victoria de Boric tiene una especial relevancia estratégica.

Cumbre entre el Primer Ministro Trudeau y el Presidente de Chile Gabriel Boric

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales chilenas, celebrada el 21 de noviembre, el candidato de extrema derecha José Antonio Kast quedó en primer lugar, con cerca del 27,9% de los votos. En segundo lugar quedó Gabriel Boric, de 35 años, joven político de izquierdas y antiguo líder estudiantil, que obtuvo aproximadamente el 25,8% de los votos. En una muestra del desencanto de los chilenos con las élites políticas tradicionales, los candidatos de las alianzas de centro-derecha y centro-izquierda -que se han turnado en el gobierno del país desde su redemocratización en 1989- quedaron en cuarto y quinto lugar, respectivamente, por detrás incluso de Franco Parisi, otro candidato antiestablishment que quedó tercero con el 12,8% de los votos. El centro político, dominante en Chile durante las últimas décadas, obtuvo menos de un cuarto de los votos.

Los expertos regionales latinoamericanos han seguido las elecciones de Chile más de cerca que cualquier otra contienda en América Latina este año. Considerado durante mucho tiempo como un modelo para los reformistas liberales de toda la región, Chile ocupa el decimoséptimo lugar en el Índice de Democracia de The Economist Intelligence Unit y tradicionalmente se consideraba excepcionalmente estable. Sin embargo, el país fue noticia mundial en 2019 cuando meses de protestas masivas y agitación política, causadas por el descontento sobre la desigualdad y los malos servicios públicos, llevaron a la creación de una asamblea constituyente para reemplazar la constitución del país de la era de la dictadura. La asamblea constituyente sigue en marcha y, a pesar de la incertidumbre que ha generado, se considera un modelo de cómo responder a la agitación civil y canalizar la indignación. En una región asolada por la pandemia, la creciente desigualdad, la inestabilidad política y el retroceso democrático, el periodo posterior a 2019 en Chile se consideró un motivo de esperanza y optimismo, a pesar de que las protestas revelaron que los problemas del país eran mucho mayores de lo que los observadores externos habían supuesto previamente.

Chile: Boric lanza una campaña a favor del plebiscito

Tras un año de redacción, a menudo controvertida, la Asamblea Constituyente de Chile entregó el 4 de julio al Presidente Gabriel Boric, en una ceremonia, el borrador final de la Carta Fundamental. La atención se centra ahora en el “plebiscito de salida” del 4 de septiembre, en el que los chilenos votarán para determinar si la carta sustituye a la actual versión de 1980, redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet.

El documento es largo y complejo (388 artículos), por lo que muchos chilenos y observadores externos desconocen su contenido y hasta qué punto transformará la economía, la política y la vida cotidiana del país.

Los defensores defienden los avances del documento en materia de derechos indígenas, garantías sociales y descentralización del poder, que dicen que abordarán las demandas de la sociedad por una sociedad más igualitaria, tras las grandes protestas callejeras que barrieron el país en 2019. Los críticos alegan que se trata de una carta maximalista, inmanejable y divisiva que dañaría la estabilidad política del país y el dinamismo económico de los últimos años. Durante la última reunión plenaria de la asamblea a finales de junio, los comunistas intercambiaron puyas con los conservadores y un representante comentó: “Estamos más divididos y radicalizados que cuando empezamos hace un año”.